Si quieres hacer una ruta por los bares del Madrid de la Movida, estos son los que no te puedes perder.
Los años 80 en Madrid estuvieron marcados por una efervescencia creativa sin precedentes, protagonizada por los jóvenes que querían disfrutar del hedonismo y la libertad tras el fin de la dictadura.
La Movida comenzó como un movimiento contracultural y underground que rechazaba los valores sociales establecidos. Pero con el tiempo terminó extendiéndose a otras ciudades españolas y el legado que dejaron aquellos artistas todavía perdura hoy.
El corazón de la Movida madrileña era el centro de la ciudad, sobre todo el barrio de Malasaña, donde la Movida terminó por explotar. Pero otros lugares, como el Rastro, tuvieron también un papel importante en el nacimiento de este movimiento.
«La chica, Olvido, es secretaria y el resto estudia. El grupo se formó en el Rastro madrileño. Alaska vio a dos chicos y les preguntó si querían formar un grupo. Y se juntaron. Llamarlos músicos es insultarlos». Así describía los inicios de Alaska y los Pegamoides un reportaje que El País Semanal publicó en marzo de 1980.
Y es que, aunque la Movida se pudo ver en el cine, la literatura, la pintura, la fotografía o la moda, fue sin duda la música la que ocupó el lugar central de esta revolución creativa. Por eso los bares, especialmente los que están en los alrededores de Tribunal y de la calle Palma, son algunos de los puntos míticos de aquel Madrid de la Movida. Y muchos continúan existiendo hoy.
El Penta
En el número 4 de la calle Palma se encuentra este mítico bar que ya ha cumplido su 40 aniversario, y que Antonio Vega inmortalizó para siempre en la letra de «La chica de ayer». El bar Pentagrama, o Penta, como lo conoce todo el mundo, abrió sus puertas en 1976 y pronto se convirtió en uno de los templos deL Madrid de la Movida, donde cada noche actuaban Los Secretos, Nacha Pop, Burning, La Mode, Almodovar y McNamara, Alaska, los Elegantes, Glutamato ye-yé y muchos otros grupos y artistas del momento.
Los años 90 fueron un momento complicado para la supervivencia del Penta y otros bares. La Movida daba sus últimos coletazos, España se encontraba sumida en una profunda crisis económica y el barrio de Malasaña se encontraba sucio, desatendido e infestado por la criminalidad y las drogas.
Sin embargo, unos antiguos camareros del Penta decidieron comprarlo cuando los dueños pusieron el Penta a la venta y desde entonces lo han mantenido en funcionamiento, respetando siempre la esencia de lo que fue en los 80.
la Vía Láctea
En la calle Velarde número 18, a apenas un minuto andando del Penta, se encuentra otro templo del Madrid de la Movida. Desde julio de 1979 en La Vía Láctea no han dejado de sonar los grupos clave de la Movida y en la actualidad otros muchos que siguen la estela de los de los 80.
Hay un detalle que convierte a este bar en casi un museo del Madrid de la Movida. Cuando el bar estaba a punto de abrir sus puertas, la pareja de artistas conocidos como COSTUS recibieron el encargo de decorar sus paredes. Todavía se pueden ver sus pinturas en el interior.
la sala El Sol
En la calle Jardines número 3, a un paso de la calle Montera y de la Puerta del Sol, se sitúa El Sol, otra mítica sala que abrió sus puertas en 1979 y que desde el principio fue frecuentada por los protagonistas de la Movida.
Hoy, 40 años después de entonces, El Sol sigue abierto para disfrutar de la mejor música en directo.
la sala Galileo
Galileo Galilei abrió sus puertas en la calle homónima allá por 1985. Y desde el principio se convirtió en uno de los sitios preferidos de los protagonistas de la Movida. Música en directo, espectáculos de magia o de humor son solo algunas de las cosas de las que todavía se puede disfrutar en este bar.